La Resignación  

Tras la muerte de un ser querido:

Cómo encontrar paz interior

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La muerte de un ser querido es uno de los desafíos emocionales más difíciles de enfrentar. En medio del dolor, el proceso de resignación puede parecer inalcanzable. Sin embargo, encontrar paz y aceptar esta pérdida es esencial para continuar viviendo plenamente. A continuación, te compartimos algunos pasos para lograr la resignación tras la partida de un ser amado.

¿Qué es la renuncia?

La resignación no implica olvidar o dejar de sentir, sino aceptar que la muerte es parte natural del ciclo de la vida. Significa aprender a vivir con el dolor, transformándolo en gratitud y amor hacia quien ya no está. Resignarse no es dejar de sufrir, sino transformar ese sufrimiento en una forma de honrar su memoria sin que el dolor nos paralice.

Cómo Superar la Pérdida de un Ser Querido

Superar la pérdida de un ser querido implica permitirnos sentir todas las emociones que surgen: desde el enojo hasta la tristeza profunda. Cada individuo enfrenta el duelo de manera diferente, pero es esencial no reprimir las emociones. Permitirnos llorar y expresar lo que sentimos es parte del proceso de curación.

La importancia del duelo

Antes de alcanzar la resignación, es necesario pasar por el proceso de duelo . El duelo es la forma en que nuestra mente y corazón procesan la pérdida. Este proceso puede incluir varias etapas: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Aunque no todas las personas experimentan el duelo de la misma manera, el reconocimiento de estas emociones es fundamental para alcanzar la resignación tras la pérdida .

Encontrar significado en la perdida

Uno de los pasos clave hacia la resignación es darle un significado a la pérdida. Pregúntanos qué nos enseñó la persona fallecida, cómo influyó en nuestras vidas, y qué legado dejó, nos permite encontrar la paz. Algunas personas buscan consuelo en la espiritualidad, mientras que otras lo encuentran al recordar momentos felices o continuar con las tradiciones que compartían.

El Tiempo Como Aliado

El tiempo es uno de los grandes aliados en el proceso de renuncia. Aunque en un principio puede parecer imposible superar el dolor, el paso del tiempo suaviza las emociones. Con el tiempo, los recuerdos que antes provocaban llanto pueden comenzar a traer sonrisas y gratitud por haber compartido momentos con esa persona.

Honrar a Nuestros Seres Queridos

Un aspecto importante de la resignación tras la muerte es aprender a recordar sin dolor. Encontrar maneras de honrar la memoria de nuestro ser querido, como encender una vela, dedicarle pensamientos o realizar actividades en su honor, nos ayuda a mantener vivo el lazo emocional que compartimos. La resignación no significa olvidar, sino recordar con amor y sin que el dolor sea abrumador.

Cada Camino es Individual

El proceso hacia la resignación es diferente para cada persona. No existe un tiempo específico ni un camino único que todos deban seguir. Algunos encuentran consuelo en su fe, otros en el apoyo de amigos y familiares, y algunos en actividades que les permitan expresar su dolor, como escribir o participar en actos de caridad en honor al fallecido.

Resignarse Es Amarse

Finalmente, resignarse también es un acto de amor hacia uno mismo. Nos permite continuar con nuestras vidas sin sentimientos de culpa o arrepentimiento. Es aprender a vivir con el dolor y a transformar el amor por nuestro ser querido en un lazo eterno que trasciende la muerte.

Conclusión

La resignación tras la muerte de un ser amado no es un proceso rápido ni sencillo, pero es un camino necesario para encontrar paz interior. Honrar su memoria, permitirse sentir el duelo y aceptar que la vida sigue son pasos esenciales para resignarse y continuar adelante. Cada persona tiene su propio tiempo y proceso, pero el amor que compartimos con nuestros seres queridos siempre vivirá en nuestros corazones.

El reto de facilitar nuestra partida

Planificar el propio funeral es concretar lo que podríamos denominar nuestros deseos funerarios, es decir, las elecciones, las decisiones y las reflexiones personales que nos gustaría que se respetaran después de nuestro fallecimiento.

Estos deseos van desde el guion de la ceremonia funeraria (productos funerarios incluidos) hasta los pequeños detalles pasando por cómo queremos la gestión del cuerpo fallecido.

Estar preparado para despedirnos en cualquier momento es uno de los mayores regalos que se puede hacer a los seres queridos más cercanos.

Cualquiera que haya tenido que participar en la organización de un funeral de una persona que no ha dejado instrucciones claras, sabrá que no sólo es estresante.

Entre la intensidad emocional del momento por la pérdida de un ser querido y la presión comercial de la funeraria no es nada fácil.

La no previsión puede que incluso lleve a que acabemos seleccionando elementos contrarios a la voluntad del fallecido.

Nadie mejor que nosotros mismos sabe aquello que queremos

Cuando uno es joven y está en plena forma no tiene entre sus prioridades pensar en los detalles de su ceremonia funeraria.

Ninguno de nosotros conoce la hora exacta o la naturaleza de nuestro fallecimiento. Así que una buena opción es diseñar o pensar cómo nos gustaría que tuviéramos una despedida con corazón.

Cierto que muchas personas pueden pensar que poco importa ya que cuando uno está muerto. Sin embargo, lo que hagan con su cuerpo puede ser con mayor o menor impacto ecológico.

Por otra parte según cómo sea el rito funerario, ya sea religioso o laico, con flores o sin ellas, con música o simplemente unos parlamentos facilitará o no el duelo de los que quedan.

Un acto de amor del fallecido

En medio de la tristeza por una pérdida, el fallecido es quién mejor sabía qué regalar a las personas que dejaremos.

En este sentido basta un simple documento firmado que indique nuestros deseos en detalle sobre cómo queremos nuestra ceremonia funeraria (proceso y elementos).

Es cierto que todavía no existe un documento legal para garantizar que se respeten estas voluntades sobre la ceremonia funeraria. Pero la cuestión está ya en el debate público de algunos países europeos.

Cada vez más personas son conscientes que algo tan íntimo como es la despedida funeraria no puede estar en manos de alguien ajeno a nuestras sensibilidades como es el personal de la funeraria.

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Funeral, Gastos Funeral, Planificación funeraria


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